Vivimos en un tiempo en el que prácticamente casi cualquier producto y servicio se puede adaptar a las necesidades y deseos de los clientes. Las empresas, con frecuencia, intentan hacer lo mismo con los trabajadores: ofrecen acuerdos de trabajo personalizados y lo que a menudo se llama tratos idisioncrásicos o i-deals [juego de palabras en inglés con deal, de trato, e ideal]. El profesor de la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU) Denise Rousseau introdujo originalmente el término para describir los acuerdos de trabajo únicos negociados por los empleados y adaptados a sus necesidades individuales. La palabra clave es único, ya que estos acuerdos se aplican por definición a una sola persona dentro de un equipo o empresa e incluyen tratos económicos particulares (bonificaciones, beneficios), acuerdos de trabajo flexible (jornada flexible, teletrabajo) y cambios en la carga de trabajo.
Hoy en día parece casi innecesario apuntar que los deportistas deberán poner tanta energía física como mental en la preparación de la competición, de ello depende la mayor parte de sus resultados al más alto nivel.
Podemos definir la actuación de un deportista de Elite mediante esta sencilla formula:
ACTUACIÓN= PREPARACIÓN FÍSICA + HABILIDAD TÉCNICA + PREPARACIÓN MENTAL
Lo que más quieren las personas en el mundo es ser felices, por ello es que en la Universidad de Harvard los estudiantes estudian sobre ello en una materia.
El doctor israelí Tal Ben-Shahar es el encargado de impartir la materia y es considerado un experto en “Psicología Positiva”. En su materia investigan las claves para ser feliz.
Aquí están las seis claves que se enseñan en Harvard:
- Deben perdonarse, e incluso celebrarse los fracasos: Aceptar las emociones negativas y aceptar que fracasamos ayuda a que tengamos mayor positividad y alegría. Ademas diminuye la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.
- Agradecer las cosas buenas: No importa cuan pequeñas sean, es fundamental ser agradecido con lo bueno que nos sucede
- Ser deportistas: No hay que ser un deportista de elite, sin embargo las endorfinas que liberamos cuando hacemos ejercicio nos ayudarán a ser felices.
- Concentrarse en ocio y trabajo: No hay que tener millones de actividades, sino hacer caso a la frase “quien mucho abarca, poco aprieta” y centrarnos en lo que deseamos.
- Meditar. Para combatir el estrés es fundamental tomarse unos minutos para bajar los decibeles y meditar. La paz interior será todo a corto y largo plazo.
- Practicar la resiliencia: Fracasar y saber levantarse nuevamente es fundamental, por ello ser resiliente hará que los fracasos no nos tumben y seamos más felices.
Suerte y a ser feliz!!
Estamos inmersos, por quinto año consecutivo, en una crisis económica que también lo es social y moral.
La humanidad parece abandonar por unos días, en Navidad, el comportamiento negativo y destructivo que le caracteriza para buscar lo humanitario que reside en cada uno de nosotros o incluso para limpiar las conciencias.